– El hijo del último gobernante purhépecha Tanganxoan II, don Antonio de Huitzimengari, lego su casa a las comunidades indígenas del lago de Patzcuaro. En el Palacio de Huitzimengari se exponen actualmente sus artesanías y continúa este edificio a ser parte de su patrimonio.
En el Museo de Artes e Industrias Populares ubicado en el antiguo colegio de San Nicolás, primer colegio del Estado para la instrucción de españoles, mestizos e indígenas, se puede apreciar entre otros cosas, el piso construido con una mezcla artística de huesos, cerámica y piedra; una cocina tradicional michoacana, una variedad de las artesanías que hacen de Michoacán una cuna de la artesanía mexicana.
– En la actualidad existen todavía fundaciones de las pirámides o cues en algunos patios traseros de las casas coloniales y en la parte trasera del Museo de Artes e Industrias Populares.
– Dice la historia contemporánea que Vasco de Quiroga, auditor de la corona española y obispo de Michoacán, “enseño” a los pobladores de la cuenca del lago a trabajar la artesanía, sin embargo antes de la llegada de los españoles, los antiguos pobladores de la cuenca del lago de Pátzcuaro eran artesanos y alfareros, además de dedicarse a la pesca y a la agricultura en las orillas del lago. Posteriormente con la llegada en la región de los chichimecas, pueblo migrante y parientes lejanos de los habitantes locales, surge de esta fusión la cultura purhépecha con una arquitectura singular y una gran habilidad en el manejo de metales, alfarería y comercio. ¡Así que los habitantes de la zona ya tenían una gran tradición artesanal mucho antes de la época colonial!
Antigua capital de los Purhépechas en el tiempo del gran rey o Caltzontzin Tariácuri, Pátzcuaro o lugar de cúes (templos indígenas) es una población mágica y muy peculiar. Desde tiempos remotos sus pobladores decían que ahí estaba la puerta del cielo por donde descienden y suben los dioses. Gran parte del centro histórico se encuentra construido en la parte alta de lo que fue un importante centro ceremonial indígena, la propia basílica de la Virgen de la Salud, el antiguo colegio San Nicolás y numerosas casas e iglesias están construidas sobre esta explanada prehispánica y con las piedras de los cúes.
Pátzcuaro se sitúa a 2174 metros sobre el nivel del mar y cerca del lago que lleva su nombre, la temperatura media anual es de 14 a 20 grados celsius, los días son soleados y calientitos; las noches son frescas en verano, y moderadamente frías en invierno.
– Cuenta la historia que el rey Tariácuri acostumbraba, en símbolo de respeto, lavar los huesos de los sacrificados en uno de los múltiples yacimientos de agua que existían en Patzcuaro. A partir de allí nace la leyenda (impulsada en la colonia) de que en ese yacimiento el diablo espantaba a las mujeres que ahí iban a buscar agua, por lo que el auditor de la corona y obispo don Vasco de Quiroga mando a construir La Pila de San Miguel, el arcángel que ahuyenta al diablo.
– En Tzintzuntzan a solo unos 17 km de Patzcuaro se pueden visitar las ruinas del centro ceremonial prehispánico de la que fue una de las capitales purhépechas, así que el atrio de un hermoso convento y de dos iglesias coloniales, con sus seculares arboles de olivo de 500 años cuya plantación y explotación fueron luego prohibidas por la corona española, a fin de evitar la competencia con España, durante la época colonial.
– Patzcuaro fue la capital del imperio Purepecha durante la época del Calzonsin (rey) Tariacuri, a su muerte, el reino se dividió en tres, cuyas capitales eran Ihuatzio, Tzintzuntzan y Pátzcuaro. En estos tres lugares aun se pueden apreciar y visitar vestigios de las pirámides. En 1450 es Tzintzuntzan (lugar de colibrís) que acapara el poder bajo el mando primero de Tzitzipandácuare, Zuangua y finalmente Tanganxoan.
La conquista del imperio purhépecha por los españoles inicia con la entrada de Cristobal de Olid uno de los capitanes de Hernán Cortés a Tzintzuntzan en 1522, luego los Purépechas llamados también Tarascos por los invasores fueron objeto de una sanguinaria represión conducida por Nuño de Guzmán quien asesino el rey Tanganxoan II.
Con la llegada en el siglo XVI de don Vasco de Quiroga, Pátzcuaro recobró su importancia siendo nombrada ciudad capital en 1544. A la muerte de don Vasco se traslada la capital a Valladolid (Morelia) situada a 45 km. Morelia recibe posteriormente su nombre en memoria a José María Teclo Morelos y Pavón, héroe de la Independencia de México.
En la época de la independencia mueren Gertrudis Bocanegra de Lazo de la Vega, su marido e hijo, una familia luchadora, su estatua se encuentra en la plaza chica de Patzcuaro o Plaza Gertrudis Bocanegra.